La deficiencia de vitamina D provoca raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos, que causa debilidad muscular y ósea.
Los ancianos, las personas obesas, aquellas que tienen la piel oscura, y las que utilizan protección alta contra el sol, corren un riesgo importante de tener deficiencias de vitamina D.
Su toxicidad tiene efecto teratogénico y puede desencadenar calcificaciones extraóseas.