La vitamina C, también conocida como vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble imprescindible para el desarrollo y crecimiento.
Esta vitamina se destruye con facilidad por la luz, el calor y el oxígeno. Por este motivo, la cantidad de vitamina C es especialmente rica en vegetales de consumo en crudo y de manera inmediata: frutas y ensaladas.
Las personas fumadoras tienen las necesidades de vitamina C aumentadas.